Conflictos, mala comunicación, decisiones difíciles, errores estratégicos, estrés, miedo, precipitación. Este es el día a día que viven empresas, instituciones y partidos políticos.
La incertidumbre nos obliga a reforzar aún más la confianza con los equipos, los clientes y la ciudadanía. Esta crisis pasará pero, mientras tanto, necesitamos adaptarnos, aprender y ponernos a prueba.