La buena comunicación nos permite gestionar las diferencias, negociar y prevenir los desacuerdos. Es necesario incorporar habilidades que nos ayuden a afrontar positivamente las situaciones profesionales a las que debemos hacer frente en nuestro día a día.
Con este objetivo, presentamos una herramienta para conocer nuestro estilo comunicativo y el de nuestros interlocutores. Durante el taller aprenderemos a establecer relaciones más eficientes, asertivas y positivas. Descubriremos si somos más reflexivos o más activos, más racionales o más emocionales. Con las claves de este modelo se potencia la cohesión interna de los equipos y el trabajo colaborativo.
Metodología del taller: práctica, reflexiva, innovadora y relacional.